lunes, 30 de abril de 2012
El Cuervo Por Edgar Allan Poe
Cierta noche aciaga, cuando, con la mente cansada,
meditaba sobre varios libracos de sabiduría ancestral
y asentía, adormecido, de pronto se oyó un rasguido,
como si alguien muy suavemente llamara a mi portal.
"Es un visitante -me dije-, que está llamando al portal;
sólo eso y nada más."
¡Ah, recuerdo tan claramente aquel desolado diciembre!
Cada chispa resplandeciente dejaba un rastro espectral.
Yo esperaba ansioso el alba, pues no había hallado calma
en mis libros, ni consuelo a la perdida abismal
de aquella a quien los ángeles Leonor podrán llamar
y aquí nadie nombrará.
Cada crujido de las cortinas purpúreas y cetrinas
me embargaba de dañinas dudas y mi sobresalto era tal
que, para calmar mi angustia repetí con voz mustia:
"No es sino un visitante que ha llegado a mi portal;
un tardío visitante esperando en mi portal.
Sólo eso y nada más".
Mas de pronto me animé y sin vacilación hablé:
"Caballero -dije-, o señora, me tendréis que disculpar
pues estaba adormecido cuando oí vuestro rasguido
y tan suave había sido vuestro golpe en mi portal
que dudé de haberlo oído...", y abrí de golpe el portal:
sólo sombras, nada más.
La noche miré de lleno, de temor y dudas pleno,
y soñé sueños que nadie osó soñar jamás;
pero en este silencio atroz, superior a toda voz,
sólo se oyó la palabra "Leonor", que yo me atreví a susurrar...
sí, susurré la palabra "Leonor" y un eco volvióla a nombrar.
Sólo eso y nada más.
Aunque mi alma ardía por dentro regresé a mis aposentos
pero pronto aquel rasguido se escuchó más pertinaz.
"Esta vez quien sea que llama ha llamado a mi ventana;
veré pues de qué se trata, que misterio habrá detrás.
Si mi corazón se aplaca lo podré desentrañar.
¡Es el viento y nada más!".
Mas cuando abrí la persiana se coló por la ventana,
agitando el plumaje, un cuervo muy solemne y ancestral.
Sin cumplido o miramiento, sin detenerse un momento,
con aire envarado y grave fue a posarse en mi portal,
en un pálido busto de Palas que hay encima del umbral;
fue, posose y nada más.
Esta negra y torva ave tocó, con su aire grave,
en sonriente extrañeza mi gris solemnidad.
"Ese penacho rapado -le dije-, no te impide ser
osado, viejo cuervo desterrado de la negrura abisal;
¿cuál es tu tétrico nombre en el abismo infernal?"
Dijo el cuervo: "Nunca más".
Que una ave zarrapastrosa tuviera esa voz virtuosa
sorprendióme aunque el sentido fuera tan poco cabal,
pues acordaréis conmigo que pocos habrán tenido
ocasión de ver posado tal pájaro en su portal.
Ni ave ni bestia alguna en la estatua del portal
que se llamara "Nunca más".
Mas el cuervo, altivo, adusto, no pronunció desde el busto,
como si en ello le fuera el alma, ni una sílaba más.
No movió una sola pluma ni dijo palabra alguna
hasta que al fin musité: "Vi a otros amigos volar;
por la mañana él también, cual mis anhelos, volará".
Dijo entonces: "Nunca más".
Esta certera respuesta dejó mi alma traspuesta;
"Sin duda - dije-, repite lo que ha podido acopiar
del repertorio olvidado de algún amo desgraciado
que en su caída redujo sus canciones a un refrán:
"Nunca, nunca más".
Como el cuervo aún convertía en sonrisa mi porfía
planté una silla mullida frente al ave y el portal;
y hundido en el terciopelo me afané con recelo
en descubrir que quería la funesta ave ancestral
al repetir: "Nunca más".
Esto, sentado, pensaba, aunque sin decir palabra
al ave que ahora quemaba mi pecho con su mirar;
eso y más cosas pensaba, con la cabeza apoyada
sobre el cojín purpúreo que el candil hacía brillar.
¡Sobre aquel cojín purpúreo que ella gustaba de usar,
y ya no usará nunca más!
Luego el aire se hizo denso, como si ardiera un incienso
mecido por serafines de leve andar musical.
"¡Miserable! -me dije-. ¡Tu Dios estos ángeles dirige
hacia ti con el filtro que a Leonor te hará olvidar!
¡Bebe, bebe el dulce filtro, y a Leonor olvidarás!".
Dijo el cuervo: "Nunca más".
"¡Profeta! -grité-, ser malvado, profeta eres, diablo alado!
¿Del Tentador enviado o acaso una tempestad
trajo tu torvo plumaje hasta este yermo paraje,
a esta morada espectral? ¡Mas te imploro, dime ya,
dime, te imploro, si existe algún bálsamo en Galaad!"
Dijo el cuervo: "Nunca más".
"¡Profeta! -grité-, ser malvado, profeta eres, diablo alado!
Por el Dios que veneramos, por el manto celestial,
dile a este desventurado si en el Edén lejano
a Leonor, ahora entre ángeles, un día podré abrazar".
Dijo el cuervo: "¡Nunca más!".
"¡Diablo alado, no hables más!", dije, dando un paso atrás;
¡Que la tromba te devuelva a la negrura abisal!
¡Ni rastro de tu plumaje en recuerdo de tu ultraje
quiero en mi portal! ¡Deja en paz mi soledad!
¡Quita el pico de mi pecho y tu sombra del portal!"
Dijo el cuervo: "Nunca más".
Y el impávido cuervo osado aun sigue, sigue posado,
en el pálido busto de Palas que hay encima del portal;
y su mirada aguileña es la de un demonio que sueña,
cuya sombra el candil en el suelo proyecta fantasmal;
y mi alma, de esa sombra que allí flota fantasmal,
no se alzará...¡nunca más!.
sábado, 28 de abril de 2012
El primer encuentro...
Solo faltaban diez minutos para que saliese mi bus y aun estaba en casa, era una mañana fría con algo de llovizna, pero aun así escogí un vestido negro y medias de red, Salí corriendo con dirección al terminal con el corazón a mil mas que por el cansancio por la expectación del encuentro, fue un viaje relativamente tranquilo y aunque trate de dormir un poco no logre pegar los ojos, al llegar a mi destino lo busque con la mirada entre la multitud sin hallarlo, di algunas vueltas hasta que sonó mi celular y escuche su voz del otro lado de la línea.
Me dirigí a su encuentro y apenas lo vi mi corazón se disparo nuevamente, trate de parecer calmada mientras caminaba hacia el y me acerque a saludarlo, el respondió con un frió beso en mi mejilla.
Tras un café y algo de conversación salimos caminando, el sujetaba mi brazo con firmeza pero algo indiferente, recorrimos algunas tiendas y de pronto dirigió mis pasos a un callejón no muy transitado, jalo fuerte de mi hasta que mi cuerpo quedo pegado al suyo, comenzó a besarme mientras sus manos recorrían e inspeccionaban mi figura por entre los pliegues del vestido,
- que bien que ya estas aquí gatita (susurro en mi oído y creí morir)
Caminamos un poco mas e hicimos algunas compras, cada vez que entrábamos en alguna tienda sentía sus manos en mis nalgas y los colores en mi rostro mientras el distraídamente hablaba con los vendedores, terminamos de comprar y nos dirigimos al metro tras subir me arrincono frente a unos asientos, acerco sus labios a mi cuello me beso y susurro.
- quédate quieta Sakura y no dejes de mirarme
Mientras me hablaba comenzó a tocar mis pechos y su mano bajo lentamente hasta mi centro, dios que tormento: la vergüenza en mi rostro, la humedad entre mis piernas, su mirada sobre mi, mi primer orgasmo entre sus brazos, la gente a nuestro alrededor, tan ajenos, tan ignorantes a nuestro mundo.
Caminamos un poco por calles tranquilas, tomados de la mano, al llegar a nuestro destino el cerro la puerta tras de si y comenzó un sueño del que no hubiese querido despertar…
Su aliento en mi cuello erizando mi piel, sus manos recorriendo, inspeccionando… finalmente arranco mi vestido, me miro a los ojos y me pregunto:
-¿lo quieres? (mostrándome un collar rosa con una pequeña placa colgando de el.)
- mi Señor por supuesto que acepto (murmure con la voz algo temblorosa por la emoción)
Coloco su collar en mi cuello y sin previo aviso comenzaron los azotes, cuanto tiempo transcurrió no lo se, Salí de mi, ahora le pertenencia totalmente solo era un instrumento para su disfrute y placer
- mi princesa, mi pequeña putita ¿quien es tu dueño?
- Usted mi señor
En un movimiento brusco me tumbo sobre la cama y me reclamo para si, estalle casi al instante, pero nuestro encuentro estaba lejos de terminar
Sometida, usada ,humillada y feliz prácticamente no me percate del momento en que vendo mis ojos intensificando las sensaciones al máximo, cada golpe, cada gota de cera, cada caricia superaba con creces mis expectativas mas ambiciosas, cada momento en su presencia me hacia sentir mas pequeña, mas suya, mas mujer…
Estaba en un punto critico sin poder sostener el peso de mi propio cuerpo, el me tomo entre sus bazos, me llevo a la cama, cuido de mi con esmero y dulzura, mas tarde entre sutiles toques de vainilla y el spank mas duro que mi mente pudiese imaginar me tomo una y otra vez hasta que ya no pude mas…
Entre sus brazos seré todo lo que el desee, entre sus brazos descubro la plenitud de mi cuerpo y mi alma...
Sakura [{MIN}]
Sakura [{MIN}]
domingo, 15 de abril de 2012
Cada dia mas suya...
Que difícil plasmar emociones, sensaciones y sentimientos…
Como traspasar a unas cuantas líneas lo que me hizo sentir aquella noche, el gozo, el deseo, la entrega, la vergüenza, el amor… todo en una noche, todo entre sus manos…
Cada día más acostumbrada a dejarme llevar por su voz, a ver y sentir esa mirada gélida y abrasadora que anticipa una sesión, siempre hace que me sienta pequeña y suya, siempre logra que traspase mis límites y sea aun más sumisa, aun más feliz…
- Sakura ¿como debes estar ante tu Amo?
- Desnuda señor
- OK te espero, pero déjate las gafas puestas …
Un momento después desnuda y de rodillas sobre el piso, con el monitor en frente no podía levantar la cabeza, me sentía ínfima casi invisible…
- Sakura mírame, quiero que esta noche me mires a los ojos mientras jugamos…
Y todo comenzó, cada segundo cada minuto mas humillada, mas dispuesta, mas deseosa de que el estuviese a mi lado, un juguete tras otro fueron ocupando mi cuerpo según sus instrucciones, el determinando las condiciones y la formas.
- Gatita, no bajes la mirada…
(Casi imposible sostener mi mirada con la suya en esos momentos)
El deseo me abrasaba, cada vez con más fuerza y urgencia.
Cada vez que jugamos, El habla casi en un susurro, jamás e visto un solo músculo de su rostro dejar escapar alguna sensación, siempre serio, dominando mi mente, mi cuerpo y mi alma….
Entre los orgasmos y el dolor no se bien cuanto tiempo transcurrió, y aunque siempre e tenido presente que el juego terminara en el momento que yo lo decida, esa noche no podía dejar de obedecer…
Las pinzas y el Flogger se usaron como nunca esa noche, apenas podía mantenerme de rodillas sin temblar, entonces sin previo aviso…
- Sakura, échate en el piso…
Desde esa posición no podía ver el monitor y aunque toda la noche trate de rehuir su mirada, el no poder verlo me angustio.
Juguetes , pinzas e instrumentos varios, dolor placer y orgasmos, agotada casi sin poder moverme encendí la vela como ordeno. Ya habíamos jugado con velas en alguna ocasión pero solo para que yo probara como se sentían sobre la piel, presentí que esta ves seria distinto…
Las primeras gotas de cera en mi pecho quemaban mis pezones sensibles y adoloridos, quise levantarme.
- Echada (ordeno con aquella voz que me deja sin aliento, sin resistencia)
Poco a poco las gotas de cera fueron bajando por mi cuerpo desde el cuello hasta el vientre, desde las rodillas hasta el pubis, cada ves mas excitada, ya no podía mas, todas mis resistencias estaban rotas ya no era yo, solo era la muñeca de su placer , solo un cuerpo sobre el piso, no podía verlo y eso traía a mi oleadas de angustia y temor, quería ver su rostro, quería saber que le agradaba mi entrega, pero no me atreví a hablar y comencé a temblar otra vez, entonces unas gotas de cera cayeron accidentalmente entre mis piernas, que dolor, que miedo, grite, grite y llore, llore y me descontrole y por primera vez use aquella palabra, esa palabra tan nuestra, que pone fin al juego…
- tranquila pequeña.
- ¿estas bien?
- ¿Bebe, que ocurre?
- No te preocupes yo estoy aquí contigo preciosa mía…
Me quería morir de vergüenza, no era capaz de dejar de temblar y explicar lo que me ocurría y porqué había utilizado la palabra de seguridad.
- Tranquila princesa todo paso, cúbrete, bebe un poco de jugo, acuéstate sobre la cama y pon el PC a tu lado…
Comenzamos a conversar, el con paciencia y amor explico y aclaro mis dudas, me consoló e hizo reír hasta que me calme.
Finalmente me dormí, pasaron alguna horas y cuando abrí mis ojos ya casi amanecía.
El estaba ahí cuidando mi sueño desde el otro lado del monitor.
-¿bebe como estas?
- bien Mi Señor, gracias
- gracias a ti por tu entrega
Regaloneamos complementando con un toque de vainilla la madrugada y antes de que yo me durmiese otra vez nos despedimos.
El con la tranquilidad de que yo podré parar en el momento que sea necesario y yo con la alegría de pertenecerle cada día un poco más…
sábado, 7 de abril de 2012
Saku...
Mi alma es siniestra y oscura, llena de recobecos.
lugubres sombras se ocultan en ella formando aravescos con sus vestidos dansantes al viento.
el algunos momentos pequeños rayos de luz logran iluminar mi corazón...
que estraña sensacion de calor y bienestar.
que dulce satisfacción se esconde tras una sonrisa, tan suabe, tan breve....
otra vez entre tinieblas y oscuridad...
martes, 3 de abril de 2012
Un rinconcito de mí...
No se si existirá en lo que creo, no se si será posible en alguna medida o solo es un escape de mi subconsciente. No busco simple amor, lo que busco va mas haya, mas haya de sentir con el cuerpo es sentir con la mente y con el alma, es crear un vinculo único de complicidad...
Encuentro placer y goce en la sumisión, no vusco servir por ser débil sino por el deseo de entregar mi fuerza y mi orgullo, deseo que mi Amo proteja mi cuerpo, mi alma y mi mente con fuerza e inteligencia , que su tacto me despierte y sus pensamientos me liberen y aunque los castigos sean duros saber que quiere lo mejor para mi, si desea mi cuerpo entregarlo satisfecha y saber que el es feliz, que mi cuerpo sea suyo y si dice que es lindo lo es, sin importar como me vean los demás, si dice que soy su princesa, su juguete, su puta o su perra lo seré, tan sensual y lasciva como lo desee.
Que mi mente, mi corazón y mi alma sean suyos tan desnudos como pueda estar mi cuerpo cuando este postrada a sus pies...
Solo quisiera que aquel al que le de todo esto comprenda que mi sumisión es un regalo para ser apreciado y compensado y no una búsqueda de sexo fácil...
quiero ver através de los ojos de mi Amo, a la vez que el ve através de mi alma....
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